El Hedychium densiflorum me fue regalado por personas muy queridas para una ocasión especial. Intuitivamente, esta planta fue elegida para mí. Mónica consiguió traer la gran planta de jengibre en plena floración en transporte público.
Tuve que dejar que todo se hundiera en..... con tanto cuidado elegido para mí. Una planta que me ayudaría. Una planta que me embriagaba con su fragancia. Poco después, me fui de vacaciones durante 14 días. Cuando volví, me di cuenta de que algunas hojas de la planta se habían secado. Regué mucho la planta y en poco tiempo las gotas se escurrían de las hojas. Recibí un consejo contrario y decidí preguntarle a la planta qué necesitaba y así empezó la estrecha relación con mi planta de jengibre. Pronto la planta se trasladó de la habitación del jardín a mi dormitorio. Sus hojas me acariciaban la cara por la noche; me enamoré de su suave tacto. Compartí mis secretos más profundos y los dolores que sentía en el cuello, los hombros y las manos. El camino que estoy recorriendo, los contratiempos y la belleza de todo lo que es. Las ramas que se marchitaban las ponía de adorno en el salón; los tallos que se caían y se partían, los cortaba y los ponía en la bañera. Era un placer pasar horas allí. Al cabo de unos meses, la planta se trasladó al salón. Para mi gran alegría, veo una planta que extiende los brazos y tiene ¡¡¡5 brotes nuevos!!! Me encuentro acogiendo la vida con los brazos abiertos tal como ES. En mí también se han desarrollado nuevos brotes y se están haciendo visibles. Me encanta mi planta y estoy deseando visitar Natura plants mañana con Monica y conocer a Jan Mouws. M.v.d.W.